«Pétalos de un sueño» es una obra etérea y delicada que invita a la contemplación tranquila. Por el lado izquierdo, se alza media margarita, cuya flor se muestra completamente abierta, revelando su completa belleza. Los pétalos, en suaves tonos blancos y rosas, parecen flotantes, suspendidos entre la realidad y el sueño. El fondo celeste del cielo envuelve la flor con una serenidad infinita, creando una atmósfera de paz y suavidad. La composición sugiere la fragilidad del momento, como si la flor fuera un suspiro que se desvanece lentamente en el aire. La obra transmite una sensación de ligereza, como un sueño efímero que se deshace con el paso del tiempo, pero deja una huella de belleza y calma.